martes, 11 de marzo de 2008



Rafael San Martín Villegas






Más de 30 anos de reflexión sobre la educación en el campoLa población campesina necesita alternativas para jóvenes y adultos que complementen lo poco que el sistema educativo les ha proporcionado. De ahí que iniciativas de la sociedad civil, como el IMEDER, asuman, solidaria y subsidiariamente, el compromiso de crear oportunidades de educación para la gente del campo, directamente y con un efecto multiplicador.

I De las primeras experiencias a la consolidación
El hecho de que un grupo de empresarios urbanos decidieran comprometer su tiempo, su dinero y su experiencia con la gente del campo fue un acontecimiento nuevo que rompió con el tradicional desinterés y alejamiento entre la ciudad y el campo que tuvo como resultado la creación de una institución de la sociedad civil que se llamó inicialmente Fundación Mexicana para el Desarrollo y después Fundación Mexicana para el Desarrollo Rural (FMDR), de esto hace 32 años.


La acción educativa de la FMDR, que se ubica como educación no-formal para adultos, inició con prácticas didácticas muy sencillas, como reuniones, cursos de motivación y sensibilización. A mediados de los setenta, la Fundación sistematiza los contenidos agregados a lo largo del tiempo en tres grandes áreas: socioeducativa, administrativa y técnica. Esta sistematización fue la materia prima para un plan maestro educativo dentro del cual aparece el Diplomado en Desarrollo Rural como un instrumento de profesionalización de sus plantas operativas. El IMEDER conserva esquemas tradicionales de enseñanza y aprendizaje que privilegian la modalidad presencial, pero se lanza a la aventura de la capacitación a distancia integrándose a los medios electrónicos y satelitales, ofrece su experiencia educativa a nuevos clientes del sector público y privado, adopta procesos de mejora continua para satisfacer mejor a esos clientes con "trajes a la medida". .
II La educación en el medio rural
Todo se aprende, y me atrevería a decir que desde el seno materno, pero con toda seguridad desde el momento en que somos arrojados al mundo. Nuestros maestros se encuentran en las relaciones personales que nos ofrecen las circunstancias y los entornos familiares, comunitarios, vecinales, escolares, deportivos, culturales, laborales, religiosos. Las almas se enriquecen de las almas como la tierra del sol, así vamos construyendo nuestra personalidad y nuestra sabiduría.
Digamos que la educación está presente, como fenómeno sociológico, en cada momento. Pero también está presente como fenómeno pedagógico, es decir, por un lado, como espacio para apropiarnos de conocimientos sistematizados y estructurados, y por otro, para adquirir habilidades o capacidades en el manejo de herramientas e instrumentos. También está presente como fenómeno político, para alinearnos con lo establecido o para modificarlo, y, sobre todo, la educación es algo que nos permite transformar nuestra realidad para vivir en un mundo más humano y más justo.

¿Por qué la educación es un proceso vital y por qué el mundo rural ha perdido control sobre él? Porque visto el problema de la pobreza en todo su dramatismo, además de ingresos escasos, también es limitado el acceso de la población rural a los servicios de educación formal, las escuelas que hay son insuficientes y no hay maestros de tiempo completo para que los alumnos puedan superar el tercer grado de primaria y llegar hasta el sexto. Ni qué decir de la educación media y superior, son aspiraciones para muchos inalcanzables. Las condiciones favorables que en las ciudades existen normalmente, en el campo las hay excepcionalmente, porque su capacidad de negociación es débil.

http://www.coparmex.org.mx/contenidos/publicaciones/entorno/2001/dic01/experiencia.htm

1 comentario:

yamileth, lisbeth dijo...

el articulo publicado no es de nuestro pais como tal pero les invitamos a leer y nos puedan dar su opinión es interesante....